Tentado y Victorioso cuarta parte

¿Qué hizo el intento de seducción de la mujer aún más terrible? ¿De quién
dependió José para salvarle de la trampa de Satanás?
Génesis 39:10 Hablando ella a José cada día, y no escuchándola él para acostarse al lado de ella, para estar con ella.
1 Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
“Las lecciones que dio Jacob a José, en su juventud, al expresar su firme confianza en Dios y relatarle vez tras vez las preciosas evidencias de la amante bondad de Dios e incesante cuidado, fueron precisamente las lecciones que necesitó en su destierro entre un pueblo idólatra. Usó prácticamente esas lecciones en tiempo de prueba. Estando en la más difícil prueba, acudió a su Padre
celestial en quien había aprendido a confiar. Si los preceptos y ejemplo del padre de José hubieran sido de un carácter opuesto, la pluma de la inspiración nunca hubiera trazado en las páginas de la historia sagrada el relato de integridad y virtud que reluce en el carácter de José. Las primeras impresiones efectuadas en su mente protegieron su corazón en la hora de la tremenda tentación y lo indujeron
a exclamar: ‘¿Cómo, pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?’” (La
Conducción del Niño, pág. 182).