«Pero yo cantaré a tu poder y alabaré de mañana tu misericordia; porque fuiste para mí un alto refugio y un amparo en el día de mi angustia.«
Salmo 59:16.
Cantar, cantar donde estemos para recordar las promesas divinas, para aprender a confiar en su poder, para ahuyentar el miedo y la incertidumbre. Cantar sabiendo que somos hijos de Dios, con la bendita esperanza de adorarle cara a cara.
¡Cantemos con gozo!
Yunuen García
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