«Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos, según el poder que actúa en nosotros»
Efesios 3: 20.
Todo sueño que imaginas no es lo suficientemente bueno comparado con el sueño de Dios para ti.
Al esperar en la voluntad de Dios y hacer lo que corresponde en tus fuerzas, verás cumplirse el propósito divino en ti.
Es hora de confiarle tus anhelos más preciados, déjale actuar en su tiempo, no te ha dejado, no te dejará. ¡Dios sea contigo!
Yunuen García
https://prosperitychihuahua.wordpress.com/