¡MARANATHA, el Señor viene!»El fin del tiempo de prueba» 🌈❤️

«EL CLAMOR POR PAZ Y SEGURIDAD»

«Y curan la herida de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.» Jeremías 6:14

«La multitud vocea: “Paz y seguridad”, mientras el cielo declara que una rápida destrucción está por caer sobre el transgresor.»

«Dios no será siempre objeto de burla; no se jugará mucho tiempo con él.»

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Confianza En Dios

«Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza»
Salmo 56:3.

David, el mismo David que se había enfrentado al gigante Goliat cuando aun era adolescente, sentía temor porque habían personas que lo perseguían. Él no se avergonzó de reconocer su sentimiento de temor. ¿Qué hizo? Lo llevó ante Dios y eligió confiar en que su Padre celestial lo ayudaría.

¿Qué hacemos con nuestros temores? ¿Los reconocemos y los llevamos ante Dios? Podemos aprender a lidiar con nuestros momentos de temor de forma sana siguiendo el ejemplo de David. ¡Poniendo nuestra confianza en Dios!
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El Es Agua Viva

«Yo soy el pan de vida»
Juan 6:48.

Jesús alimentó a 5000 personas. El tema del alimento estaba en la mente de todos y muchos seguían a Jesús con la esperanza de que volviera a darles algo de comer. Otros recordaban cómo Dios había dado el maná al pueblo de Israel mientras vagaba por el desierto. Una vez más, pensaban en la comida física.
Pero Jesús los sorprendió diciendo: «Yo soy el pan de vida». El pan que ellos necesitaban era el alimento espiritual. Jesús es el único que puede saciar el hambre o el vacío espiritual en el corazón de cada ser humano.
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Amar A Dios Sobre Todas Las Cosas

«El Padre y yo somos uno»
Juan 10:30.

Jesús se encontraba en una fiesta y los judíos no dejaban de preguntarle si él era el Cristo. Jesús les contestó que ya les había dicho eso, pero que ellos no le creían porque no eran parte de su rebaño.

Continuó diciendo: «Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar. El Padre y yo somos uno» Juan 10:27-30

Jesús afirmó su deidad, el hecho de que él y el Padre son una unidad. Nadie puede arrebatar sus ovejas (sus hijos) de su mano ni de la mano del Padre porque ambos son uno. Aferrados a Jesús estamos aferrados al Padre y nadie podrá arrebatar jamás a sus hijos de su mano firme, poderosa y protectora.