«Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre, porque guirnalda de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello»
Proverbios 1:8.
No sigamos las malas amistades alejémonos de ellas, sus pies corren hacia el mal. No confíes en tus habilidades, sé prudente en las decisiones que tomas. Recuerda todo lo que se hace trae consecuencias, ya sean buenas o malas. Hoy Dios nos da la oportunidad de retroceder si estamos en el camino equivocado.
Busquemos agradar a Dios.
César Jiménez
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